Por Arturo Constantini, Consultor en Turismo Inteligente en PIT Policy Lab
“Los destinos turísticos inteligentes conectan a la ciudadanía con turistas, aplican tecnología para tomar decisiones que lleven a incluir comunidades, productos locales y sostenibilidad en las experiencias” – Natalia Bayona, Directora de Innovación, Educación e Inversiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT)
La llegada masiva de visitantes, la proliferación de plataformas digitales, el nuevo perfil de la persona turista y la aceleración tecnológica conforman una serie de retos que enfrenta el sector a nivel mundial. Por si fuera poco, la pandemia colocó en el centro de atención la necesidad de contar con mecanismos de respuesta rápida ante fenómenos imprevisibles que ponen en jaque la gestión de los destinos. Desde el ámbito público, la respuesta está en los Destinos Turísticos Inteligentes (DTIs). El término vio la luz en España y se puede comprender a través de los cinco pilares que lo conforman:
Gobernanza: establecer un vínculo entre los actores gubernamentales, sector privado, academia y comunidades.
Tecnología: vista como un medio, y no fin, para optimizar la gestión.
Innovación: pensar “fuera de la caja” en procesos, generación de recursos y productos turísticos.
Sostenibilidad: fortalecer la economía local, el entorno sociocultural y la gestión de recursos naturales.
Accesibilidad: políticas de accesibilidad para crear un destino incluyente.
Si bien la persona turista está en el foco de la estrategia de un DTI, el beneficio no es discrecional y también recae en las comunidades, al transformarse el territorio con medidas que atienden a problemas que resuenan en todas las ciudades: la falta de conectividad, la eficiencia del transporte público, el ahorro de alumbrado público, la medición de parámetros medioambientales, la gestión en la recolección de basura y tratamiento del agua, la seguridad pública, el desarrollo del comercio local; entre otros, que mejoran la interacción de los residentes con su entorno y las personas visitantes.
DTIs en Latinoamérica
El gobierno español ha certificado a tres destinos fuera de España como Smart Destinations: Medellín, Bogotá y Tequila . En el caso de México, también se comenzó con el proceso de conversión en Cozumel; sin embargo, con el cambio de administración municipal se dio marcha atrás al proyecto, dando paso a uno nuevo que tampoco llegó a buen puerto.
Tequila, en cambio, en 2021 logró la certificación como Destino Inteligente. He trabajado de cerca en el proyecto y considero tres puntos relevantes que detonaron su logro: una visión a largo plazo esbozada en un plan 2020-2040, el financiamiento del Grupo JB -grupo empresarial encargado del desarrollo del proyecto- y, en lo operativo, el establecimiento del Consejo para el Desarrollo Integral de Tequila (CODIT), integrado por autoridades de los tres niveles de gobierno, así como representantes del sector privado y la comunidad.
Tequila y Cozumel representan un insumo de aprendizaje y es necesario continuar con el esfuerzo de apostar por la innovación en el sector turismo. Ejemplo de esto es Turismo Innova, programa de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco, con el acompañamiento de la Secretaría de Turismo y organizaciones aliadas clave. Fue en el marco del programa que se realizó el Análisis sobre las oportunidades y retos del sector turismo de la Costa-Sierra Occidental, que integra recomendaciones hacia la creación de un Destino Inteligente y un diagnóstico sobre la brecha de género en el sector, con el objetivo de sentar las bases de política pública en materia de DTIs.
¿Qué sigue? Un llamado urgente a que las autoridades públicas de turismo asuman el liderazgo del desarrollo de los Destinos Inteligentes; consoliden una sinergia con diversos actores empresariales y de gobierno; impulsen la alfabetización/transformación digital entre quienes trabajan en el sector; y divulguen y expliquen los beneficios de los DTIs hacia las comunidades, sumándoles como clave del proyecto. El turismo avanza y México, como potencia turística global, tiene, en la innovación y el empuje tecnológico, una oportunidad para mantener su liderazgo y continuar siendo un destino competitivo.