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Neurotecnologías y neuroderechos: proteger la mente en la era digital

  • Writer: PIT Policy Lab
    PIT Policy Lab
  • 4 days ago
  • 3 min read

Autores: Leopoldo Bassoco Nova y Teresa Lissette Estrada Ortega, en el marco del Módulo 4: Tecnologías Emergentes y Tecnología de Interés Público del Diplomado de Innovación Pública del INAP.


Nota: El documento original es de autoría de los alumnos; este texto es una versión editorial elaborada por Alejandra Glía Sánchez (PIT Policy Lab) para fines de divulgación pública.


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La nueva frontera de la privacidad


El cerebro dejó de ser un espacio estrictamente privado. La convergencia entre neurotecnología e inteligencia artificial permite registrar, decodificar e incluso modificar actividad cerebral mediante métodos invasivos y no invasivos. Esto plantea una pregunta crucial para la administración pública: ¿cómo proteger dignidad, identidad y privacidad mental en la era de la decodificación neuronal?


Los neuroderechos, una nueva generación de derechos orientados a proteger la mente, buscan responder a este desafío. Chile ya reconoció constitucionalmente la integridad mental; México comienza a explorar su propio marco legal y ético.


De la neurotecnología al neuroderecho


La neurotecnología va desde implantes terapéuticos para Parkinson hasta interfaces que permiten escribir con el pensamiento. Esa misma capacidad que restaura funciones puede también inferir emociones o recuerdos. Surge el dilema: si el cerebro genera datos, ¿a quién pertenecen?


El neuroderecho, la intersección de derecho, neurociencia y ética, sostiene que el progreso no puede poner en riesgo el libre albedrío, la privacidad ni la responsabilidad penal. Sin reglas claras, los neurodatos pueden volverse herramientas de vigilancia o control.


Hacia una gobernanza neurotecnológica


Proponemos un modelo público que equilibre innovación y derechos fundamentales, articulado en cinco líneas de acción:


1) Neurodatos: regulación y protección

INAI y una Comisión Nacional de Neuroética garantizarían consentimiento explícito y renovable para cualquier tecnología que registre/procese actividad cerebral, con confidencialidad, finalidades legítimas y control de acceso.


2) Certificación de seguridad y ética 

En coordinación con COFEPRIS, la Comisión de Neuroética emitiría certificaciones nacionales para dispositivos y servicios (médicos y comerciales), exigiendo validación científica, gestión de riesgos y supervisión post-mercado.


3) Equidad cognitiva y acceso justo 

La Secretaría de Salud impulsaría subsidios, incentivos y programas públicos para que las neurotecnologías terapéuticas no queden restringidas a ingresos altos, con criterios de priorización y evaluación de impacto en salud.


4) Prohibición de usos coercitivos 

El Poder Judicial Federal auditaría el uso en ámbitos penales o laborales, prohibiendo vigilancia encubierta, extracción involuntaria de información, confesiones forzadas o modulación conductual sin consentimiento.


5) Neuroética y educación 

La SEP, junto con la Comisión de Neuroética, integraría contenidos de neuroderechos, ética científica y ciudadanía digital en educación media superior y superior, fomentando criterio informado y autonomía.


Este modelo se alinea con la Declaración Interamericana sobre Neurotecnologías y Derechos Humanos (OEA, 2023) y con los principios de la Ley General de Neuroderechos y Neurotecnologías en proceso legislativo en México.


Soberanía mental: el nuevo paradigma de derechos 


La soberanía mental es el derecho a pensar, decidir y sentir sin injerencias. En un mundo donde los pensamientos pueden volverse datos, proteger la mente es proteger la libertad. Regular neurotecnologías no frena la innovación: asegura que el progreso respete la dignidad humana y que la neurociencia esté al servicio de las personas, no de su control.


Conclusión


El futuro de los derechos humanos se disputará —literalmente— dentro de la mente. Una regulación ética de la neurotecnología es imprescindible para que la IA y la ciencia cognitiva amplíen la libertad, en lugar de ponerla en riesgo.


Si deseas profundizar en esta propuesta y conocer el análisis completo, te invitamos a leer el documento elaborado por los autores en el marco del Diplomado de Innovación Pública del INAP aquí



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