IA y juventudes mexicanas: Cómo trazar una ruta segura hacia los ODS
- PIT Policy Lab

- 4 days ago
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Autores: Michelle Robles, Dolores Jasso, José Luis Hernández y Luis Valencia, en el marco del Módulo 4: Tecnologías Emergentes y Tecnología de Interés Público del Diplomado de Innovación Pública del INAP.
Nota: El documento original es de autoría de los alumnos; este texto es una versión editorial elaborada por Alejandra Glía Sánchez (PIT Policy Lab) para fines de divulgación pública.

Por qué importa
La inteligencia artificial (IA) ya atraviesa políticas sociales, educación, empleo y participación cívica. Usada con propósito público, puede acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); sin salvaguardas, amplifica brechas y riesgos para las juventudes, incluyendo privacidad, sesgos, desplazamiento laboral, desinformación y exclusión digital. La pregunta no es si debemos usar IA, sino cómo orientarla con reglas claras, capacidades instaladas y voz juvenil en la toma de decisiones para que genere valor público.
Juventudes: del grupo más expuesto al actor más estratégico
Las y los jóvenes son quienes más interactúan con tecnologías digitales y, a la vez, quienes enfrentan mayores vulnerabilidades en un ecosistema desigual de acceso, formación y oportunidades. Incorporarlos desde el diseño de políticas y proyectos de IA no es un acto simbólico, sino una condición para una transición ética, inclusiva y sostenible.
Diagnóstico breve de México
México mantiene brechas digitales marcadas (urbano–rural, género, nivel socioeconómico) y una alfabetización digital insuficiente, en tensión con los ODS 4 y 10 y limitando el aprovechamiento de la IA para el bienestar social.
Cuando el Estado utiliza IA en decisiones públicas, se vuelve imprescindible una gobernanza algorítmica con explicabilidad, transparencia, auditorías y revisión humana. Las juventudes son el grupo más activo en redes y, al mismo tiempo, más vulnerable a la desinformación y a la manipulación algorítmica; urge fortalecer la alfabetización mediática y ética digital. A la par, los jóvenes son usuarios y desarrolladores clave para una transición ética e inclusiva, pero su participación en diseño de políticas y proyectos sigue siendo limitada. Integrarlos desde el inicio es estratégico para alinear IA con derechos y ODS.
Ejes éticos para no perder el rumbo
1) Privacidad y datos personales: autonomía informacional y consentimiento adecuados en entornos educativos, plataformas públicas y redes.
2) Equidad algorítmica: auditorías de sesgo y revisión independiente para evitar discriminación por género, origen, territorio o condición socioeconómica.
3) Trabajo y habilidades: reconversión laboral juvenil y educación continua para que la automatización incluya en vez de excluir.
4) Transparencia y rendición de cuentas: explicabilidad de modelos cuando influyen en decisiones públicas.
5) Ciudadanía digital crítica: alfabetización mediática para contrarrestar la desinformación y fortalecer la participación informada.
Propuesta de política pública
La ruta se organiza en cuatro líneas de acción con entregables concretos y participación juvenil a lo largo de todo el ciclo:
Formación y profesionalización (ODS 4)
Programa nacional de capacidades digitales y ética de IA para juventudes. Incluye certificaciones modulares, servicio social y prácticas en proyectos públicos con IA; estándares de competencias y evaluación periódica de aprendizaje.
Creación de Consejos Juveniles de Ética Digital en dependencias clave. Lineamientos de gobernanza algorítmica con registro de sistemas, evaluaciones de impacto, auditorías de sesgo y mecanismos de apelación humana, con participación activa de academia y sociedad civil.
Innovación y servicio público (ODS 9)
Cartera anual de proyectos piloto de IA co-diseñados y liderados por jóvenes, enfocados en educación, empleo, salud y atención ciudadana. Desarrollo de laboratorios de datos e interoperabilidad, metodologías de diseño de servicios y evaluación de impacto público.
Sistema Nacional de Monitoreo y Evaluación de IA para los ODS, con indicadores sobre equidad, desempeño, satisfacción ciudadana y reducción de brechas. Guías de datos abiertos con salvaguardas de privacidad y convenios interinstitucionales para compartir evidencia y aprendizajes.
Conclusión: tecnología con propósito, juventud con poder transformador
La IA y las juventudes pueden ser motores de un Estado más abierto, eficiente y justo. El punto de inflexión está en institucionalizar capacidad, ética y participación: formar talento joven, gobernar algoritmos con transparencia y usar los ODS como brújula de cada proyecto. Así, la IA deja de ser una promesa abstracta y se convierte en política pública tangible al servicio del bien común.
Si deseas profundizar en esta propuesta y conocer el análisis completo, te invitamos a leer el documento elaborado por los autores en el marco del Diplomado de Innovación Pública del INAP aquí.

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