Inteligencia Artificial para la Inclusión: Hacia una política pública que ponga la tecnología al servicio de la discapacidad
- PIT Policy Lab

- hace 21 horas
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Autores: Gisela Rangel Gómez, Jesús Israel Paredes Ortiz, Daniel Alejandro Valdés Amaro y David Antonio Soberanis Ramírez, en el marco del Módulo 4: Tecnologías Emergentes y Tecnología de Interés Público del Diplomado de Innovación Pública del INAP.
Nota: El documento original es de autoría de los alumnos; este texto es una versión editorial elaborada por Alejandra Glía Sánchez (PIT Policy Lab) para fines de divulgación pública.

Un nuevo horizonte de accesibilidad
La Inteligencia Artificial (IA) abre oportunidades reales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. En México, más de seis millones de personas enfrentan barreras en educación, movilidad y empleo. Si se diseña y regula con criterios éticos, la IA puede convertirse en una herramienta de inclusión y autonomía.
El riesgo es el inverso: sistemas entrenados sin equidad, representatividad ni participación de las propias comunidades tienden a reproducir sesgos y exclusiones. Por ello, la innovación pública debe situar a las personas con discapacidad en el centro del diseño, prueba y evaluación de los sistemas inteligentes.
De la ética a la política: dos ejes de acción
Se proponen dos acciones de política pública para que la IA en México sea accesible, transparente y justa:
1. Conjuntos de datos responsables y representativos
El primer paso hacia una IA inclusiva es construir bases de datos representativas que reflejen la diversidad de tipos y grados de discapacidad. Esto implica:
Controles de calidad y mitigación de sesgos a lo largo del ciclo de vida del dato.
Validación participativa con asociaciones, instituciones, desarrolladores y personas usuarias.
Documentación clara de origen, permisos y limitaciones de uso.
Se propone que CONAPRED, la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno y organismos especializados en tecnología lideren este esfuerzo. Una métrica simple de éxito: número de datasets creados o adaptados por tipo de discapacidad, con actualizaciones periódicas y acceso controlado para investigación y servicio público.
2. Actualización de la norma NMX-I-9126-1-NYCE-2011
Se propone modernizar esta norma para incorporar parámetros de IA:
Transparencia y trazabilidad (registro de modelos, datos y cambios).
Explicabilidad proporcional al impacto, especialmente en salud, educación y servicios públicos.
Equidad y diseño inclusivo como requisitos de evaluación (incluida accesibilidad desde el diseño).
Auditorías independientes y rendición de cuentas cuando los sistemas afecten derechos o asignación de recursos.
El objetivo es que los sistemas de IA sean auditables, rastreables y comprensibles para las personas usuarias y responsables públicas.
Una IA con derechos humanos al centro
La propuesta se inspira en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006): la tecnología debe promover autonomía, privacidad, educación, trabajo y participación social. Incorporar estos principios al diseño y la regulación no solo previene discriminaciones; también fortalece la confianza pública y sienta las bases de un desarrollo tecnológico verdaderamente inclusivo.
Conclusión: innovación con empatía
El futuro de la IA no puede limitarse a la eficiencia técnica. Debe responder a valores de equidad y dignidad, incorporando a las personas con discapacidad en todas las etapas: diseño, prueba, evaluación y mejora continua. Ese es el paso más firme hacia una inteligencia artificial con propósito humano, al servicio de la inclusión y el bien común.
Si deseas profundizar en esta propuesta y conocer el análisis completo, te invitamos a leer el documento elaborado por los autores en el marco del Diplomado de Innovación Pública del INAP aquí.

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